Uno hubiera pensado que siendo el director Julian Schnabel y sabiendo lo que sabe de pintura, que teniendo un equipo de actores como Dennis Hopper, Gary Oldman, Benicio del Toro o David Bowie entre otros muchos, que teniendo piezas en la banda sonora de Charlie Parker o Tom Waits, el resultado sería sin duda satisfactorio.
Pues no. Es una película aburrida, de una previsibilidad absoluta, que sigue, al milímetro, el típico esquema de la película de pintores: artista pobre que triunfa y se hace rico y se muere. Un tostón.
La película tiene como argumento la vida del pintor neoyorquino (de padres haitiano y portorriqueña) Jean-Michel Basquiat (1960-1988). Sus inicios como "graffitero", su relación con otros pintores y artistas como Andy Warhol. No mucho más.
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