domingo, 22 de abril de 2012

Antonio López

Pues qué quieren que les diga... La verdad es que yo detesto a esas personas que, en cuanto ven a un personaje famoso, se transforman en quinceañeras extasiadas ante la visión del Justin Bieber de turno...



Miren, como ejemplo, el individuo de la foto. Abusando de la infinita paciencia y amabilidad de Antonio López y de su esposa, María Moreno, que tan tranquilos estaban almorzando en el restaurante del Museo del Prado. Lo malo es que ese energúmeno que está de espaldas se asemeja tanto, pero tanto, a mí...

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